lunes, 30 de julio de 2012

Una uva para chupar.


Lorena Briboca, de San Rafael, Mendoza, muestro orgullosa y feliz el resultado de un injerto que hizo en la parra del fondo de su casa.
Sin muchas explicaciones, nos confesó que está pensando seriamente mandar todo a la merda y poner un sex-shop en otra ciudad.

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