Johann Strussburg, de Finlandia, era un fanático de sacarse fotos pero en la aerolínea donde trabajaba le tenían prohibido las selfies en la cabina del avión. Y no tuvo mejor idea que pedirle a un amigo piloto que le saque esta foto en pleno vuelo.
Con la despresurización, el avión descendió bruscamente pero no pasó nada grave. Un boludo.
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