El Monumento al Descamisado, también conocido como el Monumento al Trabajador, el Monumento al Descamisado Desconocido, el Monumento a Eva Perón, y el Monumento de la Gratitud Popular fue un proyecto arquitectónico inconcluso del segundo gobierno de Juan Domingo Perón.
En 1951 Eva Perón, esposa del presidente de la Argentina, concibió la idea de erigir un monumento para conmemorar el 17 de octubre. El monumento consistiría de una estatua gigantesca de un trabajador. Bajo la estatua, una tumba guardaría los restos de un descamisado.
Evita intervino personalmente en el proyecto, en parte inspirada por su visita a Los Inválidos, en París donde observó la tumba de Napoleón. Dijo que quería que el Monumento al Descamisado fuera el más alto, el más pesado, el más costoso del mundo, y que se viera desde lejos, como la Torre Eiffel. De acuerdo a algunas versiones, sería una obra faraónica: tendría 140 metros de altura, con una estatua de 53 metros y 16 figuras de 5 metros de alto cada una.
Con la muerte prematura de Evita, el proyecto fue modificado. El 26 de junio de 1952, la Cámara de Diputados aprobó una ley aprobando la erección del memorial que ahora se llamaría Monumento a Eva Perón. En lugar de la estatua del descamisado, se colocaría sobre el edificio una figura que representaría a Evita. El 7 de julio, el Senado aprobó una ley creando una comisión encargada de ejecutar los planes.
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